El equilibrio zen y el balance cósmico no tienen valor hasta que no se aprende lo frágiles que son, lo rápido que pueden desmoronarse y volver al caos. El encanto de la paz sólo se aprecia en contraste con el espanto del zafarrancho. Y no se aprende hasta que duele de verdad, porque no se entiende hasta que se entiende, ¿se entiende?
miércoles, 15 de agosto de 2007
Enunciado por Faco a las 23:40
Etiquetas: Salir de las melancolías, Tenía el blues y no me acuerdo dónde lo dejé
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3 comentarios:
bien...un saludo...
bye
Se agradece, otro, bye... (?)
Se entiende claramente
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