De la vibración aérea a la de mis tímpanos. De allí, a la vibración de los escalofríos que me suben por la espalda, me toman el cuello y secuestran mi marulo obligándolo a cabecear. Porque lo siento y porque es inevitable el sentimiento.
El blues se lleva de perlas con las noches lluviosas de domingo. Tan bien que me hacen mucho, mucho mal. Y me encanta.
lunes, 13 de agosto de 2007
I've got it
Enunciado por Faco a las 2:48
Etiquetas: Salir de las melancolías, Tenía el blues y no me acuerdo dónde lo dejé
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