viernes, 19 de octubre de 2007

Buenos Aires 3

Al final, el puerto bajó la persiana. No es que haya dejado de funcionar: poco después de doblar la esquina el milenio, estaba tan próspero y activo como en sus mejores épocas de un siglo atrás. El problema era que nadie lo sabía y, peor, a pocos le importaba. Y, como lo que mata es el olvido...

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