sábado, 8 de marzo de 2008


Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Rayuela.

Hacía frío y había nevado, nueve meses o una vida atrás. Nada sabía yo, pero creo que estaba muerto o bien enterrado, cuando te posaste a unos metros a cantar. En el fondo de casi todo, en el cénit del invierno más crudo y largo, creíamos que nada queríamos. Pero tut tut y tiqui tiqui, cantábamos y derretíamos de a poco la nieve. Sin buscarnos, casi sin querer, nos curamos mucho de a poco, con poquito. Todavía no entiendo del todo, pero sé que poco hay que entender. Secas las alas, empezamos a agitarlas y un buen día nos fuimos a flotar. Y nos fuimos. Porque curados y con el sol a cuestas, cada uno tenía que volar para su lado. Esto sigue siendo verdad, aunque días de mierda, mudos como estos nos hagan creer otra cosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uf

mierda.com, y yo que estaba ejerciendo terrorismo emocional, me lanzaste MOLOTOV de letras.

hermoso.

(suspiro)

y tb he de volar para otros lares.

hermoso hermano, hermoso.
(capicúa)

Mireya dijo...

Qué hermoso, así es la vida, pondreme cursi: cómo era ese dicho que dice: si amas a alguien dejalo volar, si vuelve es tuyo, era así pero ahora lo re pienso,y le cambiaría el final: si vuelve disfrutalo porque tal vez vuelva a irse o quieras irte vos! saludos.