Al día siguiente de hablar con Iemanjá, el mar se sobresaltó un poco. Tuvimos la brillante idea de salir del agua por la escollera. Una ola me llevó puesto y me hice mierda ambas rodillas. En la izquierda todavía tengo la herida.
jueves, 17 de enero de 2008
El Tropezón
Enunciado por Faco a las 15:23
Etiquetas: Crónicas del viaje en busca de los fuegos, Pisteando como un campeón
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