"Ay, Facu es muy gracioso" sentenció Ana, madre de Lula, en una sobremesa. Confesé a su hija y a Germán que el decirme eso me da pánico escénico. "Decíselo"-sugirió Lula -"se va a cagar de risa y va a confirmar que sos muy gracioso." Es inútil, pensé. Estoy condenado al éxito.
jueves, 17 de enero de 2008
Profecías autocumplidas
Enunciado por Faco a las 15:11
Etiquetas: Crónicas del viaje en busca de los fuegos
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