martes, 11 de diciembre de 2007

De lo que fue y no debía ser/1

Éramos palabra. Te sentía lejos. A veces estiraba los brazos por kilómetros y te tocaba apenas, con la yema de los dedos. Dormí otras tantas, con mis codos en los tuyos. Cruzamos miradas eléctricas y silenciosas al vernos, café con leche de por medio cuando más lejos estábamos. Vos me preguntabas y nunca supe qué responderte. No sé qué estaba pensando. No sé qué estaba haciendo. Sólo sé que de a ratos te miraba a los ojos y me perdía. Caía y caía por kilómetros y nunca tocaba fondo. Vos me rescatabas, porque debía irme o vos tenías cosas para hacer y uno no puede quedarse cayendo toda la vida, por muy hermosos que sean los ojos por los cuales se cae y por mucho que me hamaques con la mirada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vos me rescatabas, porque debía irme o vos tenías cosas para hacer y uno no puede quedarse cayendo toda la vida, por muy hermosos que sean los ojos por los cuales se cae y por mucho que me hamaques con la mirada.


a muchos nos pasó, solo que no pudimos escribirlo así.

George dijo...

Facundo: Cuando alguien escribe algo así, al punto de incomodarte al leerlo, sólo por el puto temor a que nos pase, no hace más que ratificar la admiración que me provoca leerte, ya sea en este dolor, en tu humor o en tu devenir peronista.
Sácome el sombrero. Jorge Ferrari de Hostel Colonial

Anónimo dijo...

"No hay método para calmar. Cuando una idea se hace presente, es un guerrero con miles de ejércitos atrás. es inevitable. No hay escape. Estás contra la pared. Dominar los actos no es difícil. Dirigir las sensaciones es imposible. Te asalta, te ata, te impide. Te mata. Recordar es dolor imaginar alegría.
Detrás de mi el halo de la paz, luego el de la pasión. Con miedo y felicidad. Mi cuerpo no puede contenerte y mi mente no puede entenderme. Tarde o temprano cambiará de estado y no puedo dejar que te ahogues en ella. Oriente nos canta, nosotros recordamos el ritmo leyendo. respiramos palabras. cargamos la tristeza nacida del amor, del desamor, de la inmadurez. del trabajo sincero de cultivarnos amantes. Probamos nuestras lágrimas y acariciamos el aire. tu cuerpo no es mio. Ya no confesamos sentimientos ni comentamos sensaciones. Hoy nos vemos cayendo,podemos vernos, de lejos, sobre el abismo".

Faco dijo...

Juana: Gracias, hermana geisa. Muchas cosas me pasaron que no puedo describir, apenas arrimo lo que puedo esbozar...

Jorge: No tengo miedo a que pase de nuevo. Lo triste fue el final, pero mil veces elegiría lo mismo. Muchas gracias por las flores (?).

anónimo: ¿Y eso?