viernes, 4 de enero de 2008

Si la vida es sueño y sueño somos, es fácil que se pierda el mojón divisorio de la realidad. El sábado 29 de diciembre de 2007 bajé la persiana del mejor año de mi vida pasando la tarde más hermosa que nunca tuve con la persona que más quise. El problema es que desde navidad que no sé si estoy despierto o soñando. Si el despertar y que no estés al lado mío es cruda realidad o pavorosa pesadilla derivada de ese sueño maravilloso del sábado a la tarde. No sé si quiera saber. Y yo me manejo con la palabra, pero todo tiene un límite, y no creo poder domar con verbos algo tan dulce y etéreo. Porque tengo miedo, amor, de despertar al contarlo y que el sueño se desvaneza. No quiero matarlo ni perderlo porque no quiero perderte. Que siga flotando entre la nieve. Que siga siendo sueño. Que sea.

te amo.

No hay comentarios: